Psicología y emociones

En el siglo XIX, con la irrupción tanto del naturalismo inglés como del romanticismo alemán, se produce un cambio significativo en la concepción de subjetividad que se había tenido hasta el momento, cambiando también ciertos términos utilizados, que serán objeto de estudio de diferentes pensadores de la época.

Sale de la escena la pasión y entra la emoción.

A partir de Darwin el hombre no será más un ser especial creado por Dios, que recibe sus ideas de Él y que lo tiene como garante. La ciencia avanza y a partir de la observación de la naturaleza el panorama se va ampliando, la visión de la realidad se va modificando y el nuevo paradigma es la Vida como unidad, como totalidad (pero un todo que es más que la suma de las partes), no el mecanicismo reversible de Descartes; la vida es irreversible. Este es un nuevo concepto que lleva aparejada la idea de "función", de "organismo", pensándose también lo social como un organismo, como un sistema que tiende a la homeostasis.

Darwin (Inglaterra-1809-1882) es un observador minucioso de la naturaleza; se centra en los detalles y en los desvíos del curso normal para determinar, así, lo patológico. Para él la experiencia de la observación y la descripción de lo observado son irreemplazables.

Al tomar contacto con un escrito de Malthus, etnógrafo de la época, en el que sostiene (dice la Profesora Rossi) una hipótesis "audaz y escandalosa", a saber, que las poblaciones crecen geométricamente y la producción de alimentos lo hace aritméticamente, (lo que en buen romance significa que en un momento determinado no habrá alimentos para todos) Darwin piensa que esto tiene sentido y que es posible que suceda, por lo tanto, es necesario abandonar la idea de que el hombre es un ser puesto en la Tierra por un Dios que lo va a proteger y que le va a brindar todo lo necesario para su supervivencia y comenzar a considerarlo como una especie más, que debe luchar en su medio natural para sobrevivir.

La naturaleza, el ambiente en el que el hombre vive, no es contenedor ni amigable, por el contrario, es amenazador, desafiante y demanda tanto una lucha permanente para sobrevivir, como una adaptación del sujeto a ese medio. Esto nos da la pauta de que las especies han ido evolucionando de acuerdo a una selección natural en la que sobrevive el más apto, el más fuerte y aquel que ha podido mutar en virtud de lo que el medio ambiente en el que se desarrolla le exige.

Esta nueva perspectiva, inevitablemente, cambia lo que hasta el momento se concebía: un hombre que interroga a la naturaleza, que razona, que percibe y al percibir es impactado en mayor o menor medida por lo real. Pero, ¿dónde está el acto?. Ahora es imperioso que se manifieste, pues es necesario para la supervivencia en este ambiente que es un desafío en sí mismo. Este nuevo hombre debe ser un hombre que reacciona ante la adversidad y responde con una acción eficaz, que resuelve una situación, porque este hombre debe luchar para seguir vivo.

La evolución de las especies se da desde lo más simple a lo más complejo y todo lo que se aparte de ese curso va a ser, para Darwin, una desviación, una degeneración. El estudio de estas desviaciones le servirá para poder analizar con mayor precisión el fenómeno normal.

En este concepto de normalidad, primero se da el acto y en esto no difiere el hombre de los animales siendo la inteligencia una adquisición tardía. Pero, ¿cómo llegamos a la palabra "emoción"…? Darwin habla de especies, de un sujeto reaccionante, que tiene un instinto de supervivencia como cualquier otro animal y esto nos lleva a la filogénesis y a la ontogénesis, especie e individuo… Darwin es biólogo y hace una propuesta biológica. En su obra La expresión de las emociones en los hombres y en los animales (1872) muestra y explica la línea de continuidad que hay entre el hombre y el animal en lo que se refiere al comportamiento, pues nos está diciendo que los animales también tienen emociones y las expresan de una manera similar a la de los seres humanos.

Cabe destacar que la palabra emoción etimológicamente deriva de emovere, que significa "lo que mueve" y que, lo que es emoción en un individuo, viene directamente de lo que es instinto para su especie. Es así como este nuevo sujeto pasa a formar parte del mundo natural, sin ninguno de sus antiguos "privilegios", por el contrario, destacándose en su estudio, lo más elemental y arcaico, sus instintos y sus aspectos más prosaicos. Entonces la emoción va a ser lo que antes se denominaba pasión y va a manifestarse en el cuerpo. Sus formas de expresión son abordadas en esta obra, con énfasis puesto en cuestiones tales como la mímica, la pantomima, las actitudes, las posturas y los gestos, pero desde una perspectiva filogenética. "Los principales actos de la expresión, en el hombre y los animales, son innatos o hereditarios; es decir, que no son producto de la educación del individuo; es una verdad universalmente reconocida".

Sostiene que la gran mayoría de nuestras expresiones no las hemos aprendido, sino que las heredamos, aunque algunas de ellas, como el llanto y la risa, necesitan de un tiempo de ejercitación para perfeccionarse. Afirma también que las principales expresiones humanas son las mismas en el mundo entero y que la expresión de la pena y la inquietud es exclusivamente humana, compartiendo con los animales la del espanto, la ira o el furor, el sufrimiento, la alegría y el miedo. Con referencia al rubor, dice que es, tal vez, la expresión más eminentemente humana -común a todas las razas de hombres- y la de aparición más tardía.

Paralelamente, en Alemania, se gesta el surgimiento de una psicología experimental, en el marco de lo que se dio en llamar romanticismo alemán, cuyo advenimiento produce un cambio en el concepto de vida: hay identificación con el paisaje, no existe el desafío, la vida y el ambiente están en armonía. Surge la idea de totalidad.

W. Wundt (Alemania 1832-1920), médico y filósofo, crea en Leipzig, en 1879, el primer laboratorio de Psicología Experimental a los efectos de estudiar la percepción pura, es decir, restando de ella las inferencias inconscientes, o sea, la subjetividad. En esta escena (diferente de aquella de Descartes) surge el interés por ver cómo funciona el cuerpo, no ya desde la mecánica sino desde lo biológico y comienza a instalarse la palabra "función". El ser vivo es tomado en cuenta dentro de un espacio vital que le es propio y del que a su vez es producto, con el cual tiene una fuerte relación de empatía. Si para los ingleses el ambiente es adverso y un permanente desafío, para los representantes del romanticismo europeo brinda cobijo, acaricia y envuelve al individuo, a la vez que lo modela.

Para Wundt, las formaciones psíquicas son partes compuestas de la experiencia inmediata del individuo que pueden descomponerse en sensaciones puras y en sentimientos simples; llama "representaciones" a las formaciones que están constituidas casi completamente por sensaciones, y "movimientos del alma" a las que están formadas por elementos sentimentales. Las representaciones las divide en: intensivas, de espacio y de tiempo; los movimientos del alma son: composiciones intensivas sentimentales, emociones y procesos volitivos.

Los sentimientos compuestos son estados intensivos de carácter unitario en los que pueden identificarse elementos sentimentales más simples: un sentimiento total y sentimientos parciales. Su estructura es compleja en diversos grados: los derivados de los sentidos del tacto, del olfato y del gusto son de naturaleza más simple que los derivados de la vista y del oído; los primeros se relacionan con lo que el autor llama "sentimiento general" de placer y displacer y los segundos se indican como sentimientos estéticos elementales, que serán modelo de todos los sentimientos compuestos que derivan de los procesos intelectuales.

La emoción, entonces, es un movimiento del alma y difiere del sentimiento en su intensidad: "Cuando, por el contrario, una serie de sentimientos que se desenvuelven en el tiempo se reúnen en un curso conexo, el cual, frente a los procesos antecedentes y siguientes, se especifica como un todo unido que tiene en general sobre el sujeto una acción más intensa que un sentimiento especial, entonces llamamos a tal curso de sentimientos una emoción".

Puede decirse que siempre empieza de la misma forma: hay un sentimiento inicial, más o menos intenso que puede estar originado en un estímulo externo o en un proceso psíquico; luego se da un curso representativo, que viene acompañado de los sentimientos correspondientes, por último se cierra con un sentimiento final con el que la emoción declina. Durante el curso de la emoción se producen una serie de fenómenos físicos que no se limitan a alteraciones en la respiración y en el ritmo cardíaco, como pueden pesquisarse a través de gráficas en la manifestación de sentimientos aislados, sino que participan activamente otros órganos externos de movimiento, que provocan movimientos mímicos, pantomímicos y, dependiendo de la intensidad de la emoción, movimientos diafragmáticos convulsivos y efectos de disminución del tono muscular como producidos por una parálisis. Todos estos movimientos expresivos tienen para Wundt, un valor sintomático pues surgen de manera totalmente involuntaria en el individuo.

Para Wundt las sensaciones y las representaciones pueden ser medidas con aparatos especiales de medición. Utiliza el método de la introspección experimental, que incluye un aspecto psíquico y uno físico. No es posible prescindir de la introspección en un proceso de observación experimental; el sujeto se auto-observa y transmite lo captado por sus sentidos dando cuenta de sus sentimientos, emociones, representaciones, siendo éste el aspecto subjetivo y cualitativo de la experiencia. Al realizar la indagación sobre los procesos fisiológicos, medibles, sobre las sensaciones y las impresiones en el cuerpo, se entra en el aspecto objetivo y cuantitativo de la misma.

"De esta relación de los efectos físicos de las emociones con el contenido psíquico de las mismas, procede también que los primeros nunca jamás puedan sustituir a la observación psicológica inmediata de las emociones. En general son auxiliares sintomáticos que se prestan a varias interpretaciones; ligados con la auto-observación, dirigida experimentalmente, tienen un gran valor, pero por sí solos no tienen ninguno. Una vez hechas las observaciones experimentales, ayudan especialmente como medios de comprobación." En lo cualitativo ubicamos ese plus de cosas que no pueden medirse con ningún aparato y que son los sentimientos del sujeto.

John Watson (EE.UU. 1878-1958) estudia la conducta externa, objetiva, que puede observarse y experimentarse. Escribe su Manifiesto Conductista (1910) en el cual vuelca todas las ideas que comenzaron a proliferar en esa época, relativas al corte con la conciencia y al rechazo del introspeccionismo experimental, la vuelta a la inteligencia práctica, necesaria para la resolución de problemas. Niega la conciencia, la representación, lo psíquico, etc., todos estos temas no son tomados en cuenta en su trabajo. Su método es la observación experimental, rescatando de autores anteriores la "asociación", tomándola de una manera práctica: asocia un movimiento a un efecto o un estímulo a una respuesta.

Sus observaciones tienen como objeto a los bebés en las nurserys y este es el primer aporte a las psicologías evolutivas. Observa los movimientos corporales de los recién nacidos y paso a paso va demoliendo el concepto de instinto que había construido Darwin. Ve que en los primeros meses de vida hay una cantidad determinada de reflejos, que van entrando en interacción con el medio ambiente social y debido a esto comienzan un proceso de transformación y complejización dando lugar a la noción de aprendizaje. El principio central del conductismo es que "todo comportamiento complejo es un crecimiento o desarrollo de respuestas simples".

Hay, para este autor, solamente tres emociones básicas no aprendidas, que están relacionadas con el cuerpo: el miedo, la ira y el amor. En sus experimentos con niños observó tres formas de respuestas emocionales que podían ser provocadas por estímulos desde el nacimiento; el miedo podía ser provocado por ruidos ensordecedores y sorpresivos o por la pérdida de la base de sustentación; la ira, por la obstaculización del movimiento corporal y el amor, por el contacto corporal o las caricias. Su forma de trabajo incluye el condicionamiento, para lograr la conducta deseada, como así también para eliminar aquella que no lo es.

Su sucesor, Skinner, en los años "50 sostiene, desde una postura neoconductista, la existencia de variables que hacen que la emoción sea sólo una de las respuestas posibles y que no es nunca la causa de un comportamiento ya que éste se da en función del ambiente. La emoción puede predisponer, preparar o ayudar, pero jamás provoca.


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