Si nos centramos en el lenguaje corporal de los hombres celosos podemos encontrar de forma habitual una serie de comportamientos que les dejan al descubierto. Si el chico que te gusta actúa de forma parecida a lo que vamos a contarte ahora, es muy posible que esté sufriendo un ataque de celos y trate de todas formas de esconderlo.
Lo primero en lo que nos vamos a fijar es en su expresión. No va a poder evitar mostrar el ceño fruncido, o una mirada más entrecerrada de lo normal. Aunque le preguntarás que le pasa y te va a decir que nada. Si no se lo preguntas verás que trata de actuar con normalidad pero que no puede evitar mostrar cara de contrariedad.
Lo siguiente que hará es tratar de recuperar el terreno, se acercará a ti y buscará tu atención. Es posible que con su lenguaje corporal trate de entrar en tu espacio vital evitando que entre la fuente que le despierta celos, es decir, otro chico. Para ellos se interpondrá físicamente entre nosotros y hablará contigo apoyando su mano o su codo en la pared detrás de ti, para cerrar el espacio vital que ocupan lo dos. Si eres su pareja lo habitual es que se acerque a ti y te coja, si es algo que no hace de forma habitual puedes afirmar que está dejando claro que le perteneces e intentando alejar al otro.
Si es un chico que trata de conquistarte y todavía no habéis dado el paso, no podrá usar tu espacio vital con facilidad pero le verás pasearse como si fuera un pavo real, reclamando tu atención o tratando de dejar en ridículo al otro chico siendo él más ingenioso, más rápido, más divertido. Tampoco es raro que se vaya donde sus amigos y trate de llamar tu atención haciendo ruido de alguna forma. O que pretenda ponerte celosa usando a otra chica.
Si no es tu pareja y no tenéis todavía este tipo de relación que le permita marcar territorio se quedará observando y se cruzará de brazos. Está bloqueado, no querrá hablar con nadie y estará visiblemente enfadado. Si se queda solo en un rincón cruzado de piernas o de brazos y le ves pensativo, sin duda está teniendo un ataque de celos y pensando cómo actuar para recuperar lo que siente que acaba de perder.
Si el chico en cuestión no es tu pareja puede que desaparezca, puede que su bloqueo y su enfado le lleven a marcharse para no ver la situación. Recuerda aquello de ojos que no ven corazón que no siente. Pero tanto si es tu pareja como si no lo es te castigará en cuanto tenga oportunidad.
Su conversación contigo va a ser cortante. Dependerá de si el chico es o no tu pareja, obviamente no tendrás el mismo tipo de conversación con alguien con quien convives que con alguien con quien no tienes una relación, pero en general el malestar se demostrará en frases cortantes, en respuestas secas y en un mal humor que tendrás claro que tiene que ver contigo pero que no sabrás por donde viene.
Es probable que si es tu pareja empiece a hacerte preguntas. Más que las preguntas en sí, que no formarían parte del lenguaje corporal el tema está en el tono de voz, el tipo de pregunta que te hace y la actitud que tiene al hacerla y al escuchar tus respuestas. Si sientes que sus preguntas son acusaciones veladas y que no se cree lo que dices es que tiene un ataque de celos. Demostrará que no se cree lo que dices repitiendo tus respuestas o usando palabras como “ya, claro” y cosas parecidas.
Otra opción es que no quiera hablar del tema, entonces no hará preguntas pero tampoco aceptará que tú se las hagas. Si tratas de acercarte a él con cualquier pretexto no serás bien recibida. Será antipático contigo y desagradable. Te responderá con monosílabos y evitará contarte cómo se siente. Si le preguntas como está te dirá que bien y si le preguntas si está enfadado por algo te dirá que no, o te contestará “tú misma” o algo parecido.
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